
Quizá en las últimas semanas te hayas topado con varias publicaciones sobre Kilmar Abrego-García. Y puede que te estés preguntando: ¿Quién es Kilmar? ¿Y qué está pasando exactamente?
Pues no te preocupes, aquí te va el chisme completo:
Lo que sabemos:
➤ Abrego-García es un inmigrante indocumentado de 29 años del El Salvador. Llegó a Estados Unidos en el 2012, huyendo de su país luego de que su familia y su negocio fueran amenazados y extorsionados por la pandilla Barrio 18 (acuérdate de ese nombre).
➤ En marzo del 2019, Abrego-García fue arrestado junto a tres otros hombres en un estacionamiento del Home Depot por “merodear sin motivo”. Al tiempo de su arresto, estaba vestido en lo que, según los oficiales, era “indicativa de la cultura pandillera hispana”, específicamente de la MS-13.
¿La ropa en cuestión?
“Una gorra de los Chicago Bulls y una sudadera con billetes que cubrían los ojos, oídos y boca de los presidentes en los diferentes billetes.”
➤ Según el reporte policial, se pudo confirmar que Abrego-García era miembro activo de la MS-13 por medio de:
“[…] una fuente confiable y comprobada que afirmó que es miembro activo de la MS-13, del grupo conocido como Westerns clique. Esta fuente confidencial también indicó que su rango dentro de la pandilla era el de ‘Chequeo’.”
Nota de la autora~ Es importante señalar que el grupo Westerns clique está basado en Nueva York, un lugar donde Abrego-García nunca ha vivido.
Un juez aceptó esa fuente como válida, determinó que había conexión con la pandilla, le negó la libertad bajo fianza y lo mantuvo detenido. Durante ese tiempo, los abogados de Abrego-García solicitaron asilo. En octubre del 2019, se le aprobó una orden de suspensión de deportación (que no es lo mismo que asilo), pero que impide que el gobierno estadounidense lo regrese a El Salvador.
El tribunal lo aprobó ya que Abrego-García argumentó que temía por su vida debido a Barrio 18, la misma pandilla que extorsionó a su familia y que, además, es rival directa de la MS-13.
Desde entonces, ha vivido con esa protección legal.
“Pero escuché que golpeaba a su esposa…”
En 2021, su esposa, Jennifer Vasquez-Sura, presentó una orden de restricción por violencia doméstica, alegando que Abrego-García la golpeó, la arañó y le rompió la blusa, entre otras agresiones. Esto fue compartido públicamente por el Homeland Security en Twitter.
(todavia lo estamos llamando twitter en vez de X verdad?)
Sin embargo, en abril del 2025, Vasquez-Sura declaró que nunca siguió con la denuncia legal, ya que resolvieron el conflicto en privado. Lo describió como “un compañero amoroso y un buen padre”, y también negó que él fuera miembro de la MS-13.
“Bueno, pero sigue siendo ilegal. ¿Cuál es el problema?”
El problema es que el caso de Abrego-García no se trata solamente de inmigración. Se trata de lo que sucede cuando el poder queda sin supervisión.
¿Y eso qué significa?
En Estados Unidos existe un sistema llamado equilibrio de poderes, lo cual significa que ningún poder del gobierno (ni el Congreso, ni la Corte Suprema, ni la Presidencia) debería tener el control absoluto.
Los tribunales toman decisiones. Y el poder ejecutivo (el presidente y su gabinete) debe acatarlas.
Pero en este caso, a pesar de existir una orden judicial legal (recuerda: se le había aprobado una suspensión de deportación), la administración de Trump lo deportó de todos modos.
Después dijeron que fue un “error administrativo”.
El 4 de abril de 2025, la Corte Suprema de los Estados Unidos, la corte más alta del país, ordenó que la administración lo trajera de vuelta a más tardar el lunes 7 de abril.
La administración se negó.
Y ahí está el verdadero problema de este caso.
Si los tribunales ya no tienen autoridad,
Si el presidente puede ignorar las órdenes legales sin consecuencias,
¿Qué queda de nuestra democracia?
Muchas veces hablamos de cómo han caído gobiernos y democracias en el pasado.
Y sin embargo, no estamos viendo que esto también es el principio del fascismo.
Así empieza el fascismo.
En silencio, poco a poco,
escondido detrás de un arresto en Home Depot y una etiqueta de pandillero.
No siempre empieza con tanques en las calles.
A veces, empieza con una deportación… que nadie detiene.